Obituario de Lama Zopa Rimpoché por Ven. Robina Courtin

A las 9:30 de la mañana del 13 de abril de 2023, en el Monasterio de Kopán (Nepal), uno de los más valiosos gurús y director espiritual de la FPMT, Lama Thubten Zopa Rimpoché, entró en su última meditación. A pesar de la dificultad de expresar la extraordinaria vida de Rimpoché, queremos compartir el siguiente elogio escrito por venerable Robina Courtin, pudiendo así regocijarnos de todo corazón de la infinidad de logros, enseñanzas, bendiciones y actividades de Rimpoché y encontrar la inspiración para seguir sus pasos.

"Este es el modo de vida del bodisatva, este es el modo de vida del bodisatva"


Cuando V. Roger Kunsang asumió el cargo de asistente de Lama Zopa Rimpoché en 1986 no tenía ni idea de lo que implicaba el trabajo. Decidió simplemente seguir la iniciativa de Rimpoché y hacer lo que fuera necesario. Pero Rimpoché nunca expresaba ninguna necesidad. No pedía nada. Si no le ponías una taza de té delante, no tomaba té.

La puerta siempre estaba abierta. La gente entraba mientras Rimpoché tomaba su almuerzo y él inmediatamente empezaba a hablar con ellos. Incluso con alguien que entrara por su ventana a las tres de la mañana Rimpoché se mostraba muy complaciente, sin mostrar ninguna sorpresa. Los deseos de todos se convertían en la prioridad de Rimpoché.

Rimpoché regalaba todo lo que tenía: estatuas, thangkas, malas, sus hábitos, dinero. Podías estar seguro de que el regalo que ofrecías a Rimpoché durante tu cita acabaría en manos de la siguiente persona.

Encuentro y ofrenda de bendiciones de Lama Zopa Rimpoché a diferentes personas en Bhutan, 2016. Fotografía de V. Roger Kunsang.

Nunca se discutía cuánto tiempo se quedaría la gente en su encuentro. Rimpoché nunca mostró la más mínima impaciencia o fastidio. Nunca expresó el deseo de tener una estructura, un horario, tiempo libre, tiempo para las reuniones, tiempo para comer, tiempo para esto o aquello. Rimpoché nunca se iba a la cama. La inconsciencia del sueño era una pérdida de tiempo insoportable. Nunca se quitaba los hábitos, nunca se acostaba, ni siquiera estiraba las piernas: siempre estaba sentado en posición de meditación. No había descanso para Rimpoché, y cualquier sugerencia de tomarse un descanso literalmente no tenía sentido para él.

Rinpoché nunca se quitaba sus hábitos, nunca se acostaba, nunca estiraba las piernas. Siempre estaba sentado en posición de meditación. Indiana, EUA, 1974. Fotografía de Barry Kaplan.

Cuando Rimpoché viajaba por todo el mundo visitando los centros de dharma que ahora estaban a su cargo, después de tomar el relevo de Lama Thubten Yeshe tras su fallecimiento en 1984, todo era igual, todo el día, todos los días, año tras año. Era aeropuerto, centro; aeropuerto, centro. En cuanto llegaban a un centro, la actividad duraba veinticuatro horas; no ocho ni diez, sino las veinticuatro horas del día. Enseñanzas hasta altas horas de la noche; almuerzo a medianoche, y responder a las cartas y a las necesidades de los centros hasta la madrugada.

Rimpoché y Lama Yeshe empezaron sus giras de enseñanzas a través del mundo en 1974. Aquí en Bangkok, 1974.

En cualquier momento había cientos y más tarde miles de cartas de estudiantes y centros que necesitaban la atención de Rimpoché. Nunca hubo ansiedad por ello y Rimpoché podía dedicar días, incluso semanas a una sola carta: un hombre en prisión recibió una carta de cuarenta y cinco páginas mecanografiadas.

Rimpoché recibía cada año miles de cartas de estudiantes que buscaban consejo. Un hombre en prisión, recibió una respuesta de Rimpoché de cuarenta y cinco páginas. Aquí dictando una respuesta a V. Holly Ansett.

Esa era la forma que tenía Rimpoché de tomar el relevo de Lama. Estaba cien por cien decidido a beneficiar a los demás, igual que Lama, y así es como lo hacía.

Después de algunos años así, un día V. Roger hizo un gesto de abandonar levantando las manos y renunció; renunció a buscar la manera de dar un descanso a Rimpoché. «Recuerdo que me dije a mí mismo, muy claramente, me salió de la boca, espontáneamente: “Este es el modo de vida del bodisatva, este es el modo de vida del bodisatva”».

Rimpoché después de haber visitado el emplazamiento de la Gran Estupa cerca de Bendigo en Australia. Poco tiempo antes de sufrir su ataque cerebral. Fotografía de V. Roger Kunsang.

Más compasión todavía


Rimpoché forzaba su cuerpo más allá de todo límite razonable y en el año 2000 en Singapur esto acabó pasándole factura. Los médicos le diagnosticaron diabetes de tipo 2 y presión arterial muy alta.

Más tarde, en 2011, mientras daba una iniciación de Yamantaka en Australia, Rimpoché sufrió un derrame cerebral y fue hospitalizado.

Entrando y saliendo de la consciencia durante los primeros días, no mostró el más mínimo interés en averiguar qué le pasaba, nunca hizo una sola pregunta al equipo médico.

Para Rimpoché era como si nada hubiera cambiado. Estaba relajado y tranquilo, adaptándose sin esfuerzo a su nueva situación, con el lado derecho del cuerpo paralizado y el habla impedida.

Se alegraba de sus limitaciones físicas y de experimentarlas por el bien de los demás. De hecho, a V. Roger le pareció que el deseo de Rimpoché de servir, de beneficiar, era aún más intenso; su compasión, aún más extraordinaria.

Rimpoché no mostró ningún interés en participar en las terapias recomendadas. «Lo intentamos una y otra vez», dijo V. Roger. «Hacía un poco, y luego lo dejaba».

En cambio, tan pronto como descubrió que iban a lavar sus sábanas y que otros pacientes las utilizarían, estuvo muy ocupado recitando mantras, y bendiciéndolas. En la piscina para la hidroterapia, se pasaba el tiempo recitando mantras y bendiciendo el agua para el resto de pacientes sin mostrar ningún interés por sus ejercicios.

Literalmente, cada segundo de su vida estaba dedicado a los demás y cada decisión se basaba en lo que sería más beneficioso, incluso si se trataba de seguir viviendo o de morir.

V. Roger recuerda dos ocasiones en las que Rimpoché dijo que haría una observación para ver si debía fallecer o no.

Con Rimpoché no había rastro del «yo» ordinario; sencillamente, no existía.

Rimpoché nunca preguntó a los doctores qué le había pasado. Aquí, alegre en el hospital, el 29 de abril de 2011. Fotografía de V. Holly Ansett.

V. Roger, asistente de Rimpoché, trasladó su oficina a la habitación del hospital. 28 de abril de 2011. Fotografía de V. Holly Ansett.

Rinpoché tuvo su primer contacto con occidentales en Rolwaling, Nepal, en 1952. Fotografía de Tom Weir.

¡Esa es mi casa!


Lama Thubten Zopa Rimpoché nació al amanecer del 3 de diciembre de 1945, el último día del décimo mes del año del Pájaro de Madera del calendario lunar tibetano, en Thangme, un pueblo de la región nepalí de Khumbu, en lo alto del Himalaya.

Desde que tenía dos o tres años era evidente que sabía lo que quería.  Era uno de los muchos hijos de una familia sherpa –entonces se llamaba Dawa Chötor– y en cuanto su madre, Yangchen, se volvía para buscar agua, vigilar los campos de patatas o recoger leña, él ya se había ido, subiendo con paso decidido por el largo, empinado y sinuoso sendero que llevaba a la cueva del Lama de Lawudo, el venerado yogui local Kunsang Yeshe, fallecido un par de años antes. 

Lo encontraban dormido en un lugar de descanso a mitad de la montaña, contaba su hermana Ngawang Samten. Cuando le advertían que volviera a casa, señalaba hacia la cueva y decía: «¡No, ésa es mi casa!».

Ani Samten decía que de alguna manera era diferente de los demás niños; se sentaba aparte o en una caja alta cuando comía, y cuando jugaba, siempre hacía el papel de lama: dirigía pujas, daba iniciaciones y anunciaba los nombres de los benefactores del Lama de Lawudo, diciendo que vendrían.

Cuando tenía tres años y el asistente del Lama de Lawudo, Ngawang Chöpel, vino a visitarle, Rimpoché se mostró encantado. Lloró mucho cuando se marchó, declarando que debía ir con él. Aunque pronto fue reconocido como la reencarnación inconfundible por muchos lamas, incluido el querido lama local, Trulshik Rimpoché, no fue hasta años más tarde cuando la familia del lama Kunsang Yeshe, que era un yogui laico, lo aceptó.

A los cinco años lo enviaron a las montañas de Rolwaling, al oeste de Khumbu, para que lo educara uno de sus tíos. 

Fue allí, en 1952, cuando vio por primera vez a gentes de «ojos claros y pelo amarillo», como los sherpas describían a los occidentales; un grupo de ellos había acampado en un prado al otro lado del río.  Ansioso por conocerlos, cruzó el río por un puente improvisado, pero se cayó al agua antes de llegar a la otra orilla cargado con unas patatas cocidas que les llevaba de regalo.  Rimpoché contó más tarde que mientras luchaba por mantener la cabeza fuera del agua le vino el pensamiento de que la persona conocida como el lama de Lawudo estaba a punto de morir, y aunque no sabía nada sobre la vacuidad, «no había miedo».

Una nueva dirección


En 1956, unos tíos –su padre murió cuando Rimpoché era un bebé– fueron en peregrinación a Lhasa llevando a Rimpoché con ellos. Visitaron varios lugares sagrados como Tashi Lhunpo, y luego, antes de continuar hacia Lhasa, dejaron a Rimpoché con un tío en Phagri, una ciudad comercial situada entre Sikkim y Bután. 

En su encuentro allí con un monje llamado Lozang Gyatso, este le preguntó: «¿Quieres ser mi alumno?». «¡Sí» respondió Rimpoché encantado, madurando así  la conexión de Rimpoché con la tradición gelug.  Se trasladó con él al monasterio que él mismo dirigía en las cercanías, una rama del Monasterio de Dungkar de Dromo Gueshe Rimpoché en el valle de Dromo, a un día de camino al sur de Phagri.

Cuando seis meses después su familia regresó de Lhasa para recogerlo, ansiosos por  volver a Nepal y poder entronizarlo como el lama de Lawudo, Rimpoché dijo con firmeza que no quería ir: era feliz con su nueva vida de monje gelug.

Impertérrito ante las promesas de recompensa y también ante las amenazas, se mantuvo firme. Con el apoyo del magistrado local que dijo que tenía edad suficiente para decidir por sí mismo, 13 años, se quedó para continuar sus estudios.  Como de costumbre, Rimpoché sabía lo que quería.

Ese año Rimpoché tomó los votos de monje novicio de manos de Gueshe Thubten Jimpa, el abad de Dungkar, y recibió el nombre de Thubten Zopa. Rimpoché continuó sus estudios e, impresionado por los monjes gelug, decidió que construiría muchas gompas y monasterios cuando fuera mayor.

Rimpoché en Phagri, Tibet, en 1956, cuando conectó por primera vez con monjes gelug.

Izquierda: Rimpoché, delante a la izquierda, con Ven. Freda Bedi, detrás en el centro, y otros tulkus en la Young Lamas Home School, donde estuvo en Delhi en 1963 y en Dalhousie en 1963. Fotografía cortesía de los archivos Shambhala. / Derecha: Rimpoché en Darjeeling.

Rimpoché en el Jardín Botánico de Darjeeling, 1961, después de un pícnic con Kyabje Ling Rimpoché y sus asistentes. Fotografía cortesía de Thubten Tsering.

Huida a India


Los planes de enviarlo al colegio Je del monasterio de Sera en Lhasa se vieron frustrados por el levantamiento contra los comunistas chinos, así que acompañado por V. Lozang Gyatso, Rimpoché escapó a la India vía Bután, llegando en el otoño de 1959 tras un corto viaje.

Rimpoché fue enviado a un viejo fuerte en Buxaduar, no muy lejos, que había sido utilizado como prisión en tiempos de los británicos; el gobierno indio lo había ofrecido para albergar a los miles de monjes tibetanos que ahora cruzaban la frontera.

De no ser por una decisión fortuita del superintendente de policía encargado de los refugiados tibetanos en la frontera, la vida de Rimpoché habría tomado un rumbo muy distinto. De hecho, habría ido con otros monjes de Phagri a uno de los monasterios de la rama de Dromo en Ghoom, cerca de Darjeeling, pero por alguna razón, el policía dijo que Rimpoché tenía que ir a Buxa.

Rimpoché bromearía más tarde diciendo que si hubiera ido a Darjeeling, quizá habría abandonado los hábitos, se habría casado y habría tenido muchos hijos y nietos.

De hecho, en 1961 pasó unos meses en uno de los monasterios de Ghoom, Samten Choling, para recuperarse de una tuberculosis. Sucedió que Kyabje Ling Rimpoché, el tutor principal de su santidad el Dalái Lama, también se encontraba allí por razones médicas. Comía con él, recibía enseñanzas y luego »paseaban y jugaban juntos», como lo describe el actual Ling Rimpoché.

Volvieron a encontrarse diez años después, en Bodhgaya, cuando Rimpoché recibió su ordenación completa de manos de Kyabje Ling Rimpoché.

Sin tener en cuenta un par de estancias en una escuela para jóvenes lamas reencarnados dirigida por la inglesa V. Freda Bedi primero en Delhi y luego en Dalhousie, y su estancia en Ghoom, Rimpoché pasó la mayor parte de los siete años siguientes en Buxa.

Fue en Buxa en 1963 donde, como resultado de su conexión con Gueshe Rabten, gran erudito del Monasterio de Sera con quien vivía y estudiaba, (Rimpoché había sido aceptado en Sera Je poco después de llegar a Buxa), empezó a recibir enseñanzas de Lama Yeshe, uno de los discípulos de Geshe Rabten, diez años mayor que él. Rimpoché tenía 18 años.

El encuentro con Lama Yeshe


Ya se conocían desde el principio en Buxa, pues ambos habían asistido a las enseñanzas de Gueshe Rabten. Rimpoché recuerda haberse sentido conmovido por la devoción de Lama. Pero ahora Gueshe Rabten se marchaba a Dharamsala y Lama Yeshe era uno de los monjes con los que Gueshe-la le había sugerido que estudiara.

Rimpoché primero recibió enseñanzas de Lama Yeshe en el exilio en Buxaduar en 1963 y permaneció con él como su discípulo principal hasta la muerte de Lama veinte años después; aquí en las montañas cerca de Lawudo, 1870. Fotografía de Terry Clifford.

Según cuenta el propio Rimpoché, la primera enseñanza no fue auspiciosa.

Por alguna razón se mostró reacio a subir la colina hasta la casa de Lama, en parte, dijo, porque no tenía una ofrenda: «Cuando entras en contacto por primera vez con el gurú, es importante realizar las ofrendas correctamente». Y cuando llegó allí, Rimpoché no entendió ni una sola palabra de las enseñanzas de Lama y pensó para sí: «¡Ojalá hablara más despacio!». Pero volvió al día siguiente, y al siguiente, y acabó mudándose a la casa de Lama.

Rimpoché permanecería con Lama Yeshe los veinte años restantes de la vida de Lama, siendo su discípulo principal.

El monasterio de Kopán: un centro con una doble función


Los lamas conocieron a la primera de sus estudiantes extranjeras, Zina Rachevsky, en 1967, durante una segunda temporada que pasaron en Darjeeling para recuperarse. Con el tiempo, se trasladaron con ella a Boudhanath, en el valle de Katmandú (Nepal) y un poco más tarde fundaron el Monasterio de Kopán en una colina al norte de la sagrada estupa.

Izquierda: Rimpoché en la casa de Zina Rachevsky, la primera estudiante extranjera de los Lamas, Darjeeling, 1967. Fotografía cortesía de LYWA. / Derecha: Rimpoché con Lama Yeshe y Zina. Fotografía de Nikolaus Dutschke.

En 1969, la familia del anterior lama de Lawudo ofreció finalmente a Rimpoché las tierras y posesiones del lama incluida la cueva donde había pasado en meditación los últimos años de su vida.

Rimpoché recuperó la cueva de Lama Lawudo en 1969. Aquí, ofreciendo una torma en 1970. Fotografía de Robbie Solick.

Y fue allí donde los discípulos anteriores del lama pidieron a Rimpoché que estableciera un lugar para que los niños de la zona recibieran educación. Los lamas lo llamaron Centro Monte Everest y abrió sus puertas en 1972 con una treintena de monjes residentes, entre ellos las reencarnaciones de cuatro de los lamas locales.

Estos monjes bajaban a Kopán para pasar el invierno, pero finalmente acabaron quedándose en el monasterio. Allí se hizo cargo de ellos Lama Lhundrup Rigsel, un alumno de Lama Yeshe de Sera que estaba con Lama en Buxa. Lama Lhundrup siguió cuidando de los monjes de Kopán hasta que falleció en 2011.

Los monjes del Centro Monte Everest en Lawudo en 1973, con Lama Lhundrup Rigsel (detrás). Fotografía de Nick Ribush.

Lama Lhundrup, foto izquierda, cuidó de los monjes de Kopán desde 1973 hasta su muerte en 2011. / Foto derecha, Rimpoché con Gelek Gyatso Rimpoché, uno de los cuatro tulkus del primer grupo de monjes del Centro Monte Everest en Kopán en 1974. Fotografía de Ursula Bernis.

Tuvieron la previsión de estudiar inglés en Buxa descubriendo en el proceso que ¡memorizar diccionarios ingleses al estilo tibetano tradicional no era útil!; y así pudieron fácilmente cautivar los corazones de sus nuevos discípulos, ávidos de una nueva forma de verse a sí mismos y de ver el mundo.

De este modo, Kopán se convirtió en un centro de dos tipos: por un lado un monasterio de budismo tibetano clásico que utilizaba el plan de estudios del propio monasterio de los lamas, Sera Je, llegando a ser reconocido como una de sus ramas; y por otro, y a su debido tiempo, un lugar para que los estudiantes extranjeros estudiaran e hicieran retiros durante todo el año. Una combinación improbable, pero que funcionó de maravilla.

Arriba: Lama Yeshe en el jardín del Monasterio de Kopán con estudiantes del Centro Monte Everest, 1979. / Derecha: Rimpoché y Lama Yeshe con amigos en las escaleras del Monasterio de Kopán. Fotografía cortesía de LYWA.

Tanto Lama como Rimpoché eran convincentes y carismáticos, y atraían a estudiantes de todas partes. Cada uno a su manera era la prueba de la eficacia del camino de sabiduría y compasión que enseñaban.

Presentaron a sus estudiantes una visión que es única del budismo y que es una revelación en Occidente, que no somos como una piedra; que la mente podía reconfigurarse radicalmente; que los engaños no son innatos ni los sufrimientos que provocan interminables.

«Podéis dar a vuestra mente la forma que queráis», les decía Rimpoché.

Rimpoché y Lama Yeshe (delante) con participantes del primer curso de meditación sobre el Lam Rim en Kopan, abril de 1971. Fotografía cortesía de Fred Von Allmen.

El discípulo perfecto


Rimpoché debió de ser el regalo más preciado para estos nuevos estudiantes que no sabían nada sobre cómo relacionarse con un lama, un mentor espiritual. Rimpoché mostraba el aspecto del discípulo perfecto: un comportamiento inmaculado, gentil, refinado, incluso elegante.

Una devoción tan impecable decía tanto del objeto de la devoción de Rimpoché como del propio Rimpoché: ¿cómo si no iban a saber aquellos devotos inexpertos que aquel monje despreocupado, de corazón abierto, casi infantil, Lama Yeshe, era en realidad un yogui y un erudito consumado? Rimpoché parecía encajar con su visión de un hombre santo, no Lama Yeshe. Rimpoché les mostró exactamente cómo ser.

Rimpoché dijo más tarde que Lama Yeshe, «cuyo santo nombre es difícil de pronunciar, fue más bondadoso que los budas de los tres tiempos y me nutrió, material y espiritualmente, con mucha mayor bondad que la que tuvieron mis padres de esta vida».

Rimpoché y Lama Yeshe en Solu Khumbu en 1972. Fotografía cortesía LYWA.

Un pandita


Lama era la fuerza motriz supervisando el desarrollo de Kopán, pero el poder de Rimpoché se manifestaba cuando enseñaba. Estaba claro que no era sólo un yogui, sino también un pandita: además de la meditación, su único interés desde la infancia (aparte de aprender inglés) había sido estudiar el vasto corpus de la literatura budista.

Durante los cursos de noviembre, Rimpoché daba discursos entusiastas y muy largos. Era increíblemente generoso, nunca se cansaba, y entraba en los detalles más intrincados del camino hacia la iluminación.

Y era exactamente como si estuvieras escuchando las enseñanzas de boca del propio Je Tsongkhapa, intactas y sin modificaciones desde que las pronunciara en la Edad Media.

Las enseñanzas de Rimpoché sobre la sabiduría eran incisivas, intrincadas y claramente experienciales. Si eras lo bastante valiente como para entablar un debate, allí estabas tú, desarmado por su sonrisa, respondiendo con confianza a las preguntas amables y, de repente, Rimpoché te acorralaba y te quedabas sin pies en los que apoyarte.

Las enseñanzas de Rimpoché eran largas y detalladas, pero también alegres. Izquierda: En el curso de Noviembre en Kopán, 2014. Fotografía de V. Thubten Kunsang. / Derecha: En California, 1975. Fotografía de Carol Royce-Wilder.

Las enseñanzas de Rimpoché sobre el sufrimiento de los seres eran más que sinceras. Exhortaba a sus estudiantes a desarrollar una compasión «insoportable» y el ferviente deseo de liberar para siempre a todos los seres, «por uno mismo, solo».

El fuego y el azufre de los fundamentalistas religiosos no eran nada comparados con las elaboradas y espeluznantes descripciones de Rimpoché sobre los reinos infernales en los que podías caer, las nefastas consecuencias del karma negativo y las promesas incumplidas. Pero esto se compensaba con la hilaridad de Rimpoché, su alegría y su amable afecto por todo el mundo.

Lama también enseñaba durante estos cursos y sus enseñanzas eran completamente diferentes: modernas, psicológicas e increíblemente alentadoras, especialmente en sus descripciones de nuestro maravilloso potencial: ¡la palabra «infierno» nunca salía de sus labios! Su comprensión de las mentes modernas y su capacidad de comunicación eran asombrosas. Te dejabas llevar por Lama: ¡la iluminación parecía tan fácil!

Rimpoché y Lama Yeshe en Lawudo, 1969. Fotografía de Georges Luneau.

Rimpoché se entregaba a la práctica de las ofrendas. Bodhgaya en 1990. Fotografía de Andy Melnic.

Un yogui


Gracias al feroz amor protector de Lama, Rimpoché pudo sumergirse día y noche en sus estudios y meditación, haciendo retiros a menudo. Después de un retiro, Lama le dijo a un estudiante cercano: «¡Creo que ahora tenemos un verdadero bebé buda!».

Rimpoché ya había renunciado años antes a cualquier deseo de dormir por la noche, por lo que meditaba durante todo el día. Había adelgazado mucho a causa de la tuberculosis que padeció en Buxa, y así permaneció durante años, con el aspecto del asceta que era en realidad.

Rimpoché era reconocido por su dedicación a la práctica de la generosidad, tanto con los seres sagrados como con los comunes.

Se pasaba horas bendiciendo la comida y ofreciéndosela a los budas, pero nunca comía; como toda buena madre, Lama Yeshe tenía que engatusarle para que lo hiciera.

En un corto viaje en avión, Rimpoché se pasó todo el tiempo bendiciendo y ofreciendo su comida, y justo antes de que le quitaran la bandeja, V. Roger le preguntó si quería comer su almuerzo. «Está bien, se la pueden llevar», dijo Rimpoché, «el propósito principal se ha conseguido».

Los estudiantes sabían que debían renunciar a cualquier esperanza de una taza de té caliente servida durante las pausas en las enseñanzas, dado lo extensa que era la visualización que acompañaba a la ofrenda. Los padres del director de un centro dijeron que disfrutaron mucho de la bendición y ofrenda de dos horas que Rimpoché hizo en la cena que le habían preparado.

Durante la estación lluviosa en el monasterio de Chogye Trichen Rimpoché en Lumbini, V. Roger encontró a Rimpoché absorto en meditación en mitad de la noche, con la camiseta interior sobre la cabeza, ofreciendo su cuerpo a cientos de mosquitos para que se dieran un festín.

Un artista


Rimpoché aprendió a escribir de nuevo con su mano paralizada. Aquí, escribiendo el Sutra de la Prajnaparamita en Kopán, enero de 2022. Fotografía de V. Roger Kunsang.

Rimpoché también era un artista; aprendió a pintar thangkas cuando era niño. Uno de sus alumnos, el escultor inglés Peter Griffin, dice que a Rimpoché le encantaba participar en la elaboración de estatuas y se pasaba horas explicando cómo debía ser el arte de la estatua.

«Se notaba que Rimpoché canalizaba a la deidad o la veía directamente», dice Peter. «No se limitaba a hablar del arte, sino que comunicaba las cualidades de la deidad y expresaba cómo debían representarse en el arte: cómo el sutil giro de la comisura de los labios o la forma de un párpado expresarían la compasión de Buda; o cómo modificar ligeramente la forma de la figura atraería más a la gente».

Rimpoché abriendo los ojos de la estatua de la Tara que se encuentra bajo el árbol bodhi frente a la gompa principal de Kopán, 1976. Fotografía de Peter Iseli.

Rimpoché era calígrafo: su mayor placer era escribir en oro el Sutra de la Prajnaparamita.

Era incluso dibujante. Sus caricaturas absurdas, ingenuas e hilarantes y sus deliciosos pies de foto sobre el dharma dieron la vuelta al mundo: en libros, en tarjetas, en cartas o en carteles en los jardines de los centros.

Una de las varias versiones realizadas por Rimpoché de los Cuatro amigos harmoniosos.

Rimpoché era un experto en las melodías de las oraciones y en los instrumentos musicales utilizados en las pujas, a menudo durante años consultándolo con sus lamas o con otros sostenedores del linaje.  Las melodías parecían venir directamente de las dakinis y el sonido que emanaba de los platillos de Rimpoché era trascendente; cada nota muy clara y precisa.

En todo lo que hacía, de hecho, Rimpoché era exacto, impecable: sus enseñanzas, sus postraciones, sus ofrendas de mandala, sus mismos modales. ¡Hasta sus momos eran perfectos!

Izquierda: Rimpoché haciendo una ofrenda de música a los seres sagrados. Fotografía de Bill Kane.

Derecha: Incluso los momos de Rimpoché eran perfectos. Aquí, ofreciendo una sopa de momos en Melburne (Australia), 1980. Fotografía cortesía de Uldis Balodis y LYWA.

Monasterio de Kopán: la fuente de origen de la FPMT


Kopán fue la fuente de origen de lo que Lama denominaría «Fundación para la Preservación de la Tradición Mahayana». Cuando falleció, la organización se había expandido en trece países, con decenas de miles de estudiantes y unas cuarenta organizaciones y centros de dharma, lugares de retiro, proyectos de servicio social, editoriales y monasterios en los que estudiaban un centenar de monjes y monjas extranjeros. Además, el convento para monjas del Himalaya, Kachoe Ghakyil, que sigue el mismo programa educativo que Kopán y que se encuentra, al pie de la colina, y la Gompa de Lawudo cuidada durante años por la madre, la hermana y el hermano de Rimpoché.

Arriba: A partir de los primeros cursos en Kopán, los estudiantes volvieron a sus países y abrieron los diferentes centros de la FPMT. Aquí, el cuarto curso de meditación en Kopán, primavera de 1973. Fotografía cortesía de LYWA.

Abajo: Rimpoché con su madre, su hermano y su hermana, los cuales han dirigido Lawudo a lo largo de los años. Aquí, fuera de la cueva en 1990. Fotografía cortesía de LYWA.

A la muerte de Lama Yeshe, en 1984, ya había un centenar de monjes y monjas occidentales ordenados. Aquí, uno de los primeros grupos en Bodhgaya, 1974, con la madre de Rinpoché, en el extremo derecho. Fotografía cortesía de LYWA.

Lama Yeshe y Rimpoché eran uno


Era como si los lamas fueran uno: siempre se hablaba al mismo tiempo de «Lama y Rimpoché», por eso fue tan desgarradora la muerte de Lama, tan joven, a los 49 años, en marzo de 1984. Al principio, Rimpoché («Estoy aturdido. No puedo pensar en nada»), no aceptaba asumir el cargo de director espiritual de la organización, pero finalmente accedió.

Al año siguiente, en una reunión con su santidad el Dalái Lama en Dharamsala, a la que asistieron Rimpoché y varias personas de la FPMT, Su Santidad se volvió hacia Rimpoché, que estaba sentado a su lado inclinado en señal de devoción, le acarició cariñosamente la cabeza y le dijo: «Estoy muy contento con mi viejo amigo… Hasta ahora, lo que has hecho, lo has hecho muy bien. Parece que [tu organización] es una de las organizaciones budistas más estables y eficaces, creo, de este planeta, así que como budista, como monje budista, aprecio tu esfuerzo».

Después de un año de pérdidas y tristeza, éstas fueron palabras sanadoras para sus corazones rotos.

Arriba: Rimpoché y Lama Yeshe en el Instituto Chenrezig en Australia, 1975. Fotografía de Nick Ribush, restauración de David Zinn.

Abajo: El fallecimiento de Lama Yeshe fue desgarrador. Aquí, en el Instituto Vajrapani en California, marzo 1984. Fotografía de Jeff Nye.

En un encuentro el 24 de enero de 1985, casi un año después de la muerte de Lama Yeshe, su santidad el Dalái Lama le dijo a Rimpoché: «parece que (tu organización) es una de las organizaciones más estables y eficaces, creo, de este planeta». Aquí con Su Santidad en Sydney, Australia, septiembre 1996. Fotógrafo desconocido.

La luz que guía


Rimpoché celebrando el Losar en Taiwan, febrero de 2013. Fotografía de V. Thubten Kunsang.

Durante los cuarenta años siguientes, Rimpoché fue la luz que guió a esta organización, la FPMT, que en 2023 había expandido sus actividades a treinta y cuatro países, todas ellas establecidas y gestionadas por los estudiantes de los lamas: más centros de dharma, más centros de retiro, más monasterios para monjes y monjas, actividades editoriales en varios idiomas, proyectos para la enseñanza de la educación universal, la enorme estatua de Maitreya en la India, una magnífica réplica de la estupa de Gyantse en Australia, hospicios, proyectos de servicio social, incluidos los destinados a servir a personas presas, proyectos para la liberación de los animales: en total más de 135 actividades cuyo único propósito, tal y como lo expresó Rimpoché, es aliviar el sufrimiento de los seres y brindarles felicidad; finalmente, la felicidad última de la iluminación.

Muchos otros proyectos han surgido directamente del propio Rimpoché, gestionados por su oficina que funciona principalmente para financiar buenas obras. El año pasado se ofrecieron unos 4 millones de dólares a los beneficiarios.

El año pasado, por ejemplo, el Fondo de Apoyo a la Sangha Ordenada ofreció más de una cuarta parte de esos 4 millones de dólares a diversos proyectos en unos quince monasterios y conventos de la India, Nepal y Mongolia, así como a sangha extranjera.

Las monjas de Khachoe Ghakyil debatiendo. Fotografía de V. Thubten Choying.

En 1991, Rimpoché creó un fondo de alimentos en el propio monasterio de Lama y Rimpoché, en el sur de la India. El Fondo de Alimentos de Sera Je empezó siendo algo pequeño y creció hasta llegar a proporcionar comidas vegetarianas diarias en una cocina recién construida, a unos 3.000 monjes, con un coste de 280.000 dólares al año. En 2018 se ofreció a Sera Je el fondo financiero de 5,3 millones de dólares, cuyos intereses cubrirán el coste de todas las comidas indefinidamente.

El Fondo de Maestros Lama Tsongkhapa, iniciado a petición de su santidad el Dalái Lama en 1997, ofrece un pequeño estipendio mensual a 150 maestros gelug veteranos y abades jubilados, y ofrece fondos a cientos de monjes para cubrir los gastos de viaje y comida con el fin de que puedan asistir a eventos tradicionales.

La escuela Maitreya en Bodhgaya (India), enero de 2023.

Rimpoché también ha establecido proyectos para construir estatuas y estupas, pintar thangkas, traducir y publicar textos, escribir en oro el Sutra Prajnaparamita; fondos para la recitación de sutras, oraciones y prácticas, para ofrendar oro y brocado a los objetos sagrados en los monasterios de Nepal y la India; proyectos para la construcción de clínicas sanitarias, para proteger el medio ambiente, y que apoyan a las personas mayores tibetanas, a la infancia, a los animales.

Esta afortunada cabra bendecida por Rimpoché, la cual acaba de ser salvada del matadero, ahora vive en el «Animal Liberation Sanctuary» en Kathmandu. Fotografía de V. Lobsang Sherab.

Todo lo deseado está en la punta de los dedos


El «Sera Je Food Fund» ofrece diariamente comida vegetariana a los más de 3000 monjes del monasterio.

Una de las vastas visiones de Rinpoché es el cuidado de los ancianos. Los residentes de la residencia de ancianos Dhondenling en Kollegal (India), junio de 2016.

Nada detenía a Rimpoché. Todo era posible. Como solía decir a sus estudiantes: «Todo lo que deseamos está en la punta de los dedos», y él no tenía miedo a desear. Nunca se preocupaba por la procedencia de los fondos. Una abadesa de Taiwán le contó a V. Roger después de una reunión con Rimpoché esa mañana, que la noche anterior había tenido un sueño en el que aparecía el bodisatva de la compasión Kwan Yin y le decía que iba a venir una persona muy especial y que le diera lo que quisiera. ¿Qué quería Rimpoché? Un capital inicial para el Fondo de Alimentos de Sera Je, que pronto se crearía.

Pero esto es sólo la punta del iceberg. Rimpoché respondió a un estudiante asombrado por sus numerosos proyectos: «¡Y sólo te cuento el cinco por ciento de ellos!».

V. Roger recuerda bien una tarde de 2007 en Kachoe Dechen Ling, en Aptos, California. Durante un descanso en el retiro de Rimpoché, éste bajó las escaleras con una pila de notas en posits azules escritos por ambos lados con la típica letra de Rimpoché con sus ideas e incluso visiones.

Rimpoché se sentó y las describió, y de él surgió una lluvia de innumerables cosas que quería hacer en beneficio de los seres: 100.000 estupas, 100.000 estatuas, 1.000 estatuas de Maitreya en todo el mundo, ¡no sólo una! Proyectos de apoyo a monasterios y conventos, programas educativos… Y así sucesivamente.

Para V. Roger era claro que «estaba ocurriendo algo muy fuera de lo común». Era como si Rimpoché pudiera ver todos estos proyectos con claridad. Ahora están condensados como la Vasta Visión de Rimpoché para la FPMT, y muchas de estas visiones ya se están manifestando en los proyectos actuales.

No hay límite de tiempo, dijo Rimpoché. «Llevará muchas vidas».

El gurú es buda


A lo largo de los años, Rimpoché siempre sacaba tiempo para hacer retiros, tomar iniciaciones y recibir transmisiones orales de linajes de prácticas y enseñanzas. Si sus propios lamas no tenían un linaje en particular, Rimpoché buscaba a personas cualificadas, incluso si se trataba de una persona sencilla en algún lugar, comprobando cuidadosamente sus antecedentes antes de comprometerse con ellas.

Rimpoché sentía devoción por unos cuarenta amigos espirituales, entre ellos Khandro Tseringma Rimpoché (que también es discípula de Rimpoché): en el curso de noviembre de 2019, Rimpoché dijo encantado a los estudiantes que ella es «su Señora guru».

Cuando se comprometía con alguien como su gurú, la devoción de Rimpoché era absoluta. Su santidad el Dalái Lama, su otro gurú raíz Trijang Rimpoché, Lama Yeshe, todos sus lamas: todos eran manifestaciones del mismo dharmakaya, la mente omnisciente: «La sabiduría trascendental de todos los budas, de un solo sabor en el gran gozo, el dharmakaya: ése es el gurú, el amable, bondadoso gurú».

Teniendo esta visión pura, Rimpoché no tenía que hacer ningún esfuerzo para ver cada acción, cada palabra, cada amonestación, cada enfermedad, cada aliento del gurú es como una enseñanza únicamente para el beneficio del discípulo; el gurú muestra el aspecto de lo que sea necesario para la mente del discípulo.

Izquierda: El primer gurú raíz de Rimpoché, Kyabje Trijang Rimpoché, en Dharamsala (India) en 1971. Fotografía de Fred Von Allmen. / Derecha: Rimpoché con otro de sus lamas, su santidad el 41º Sakya Trizin, Gongma Trichen Rimpoché, en la oficina internacional de la FPMT, agosto de 2018. Fotografía de V. Roger Kunsang.

Siguiendo las instrucciones de Lama Yeshe, Rimpoché realizaba cada año un retiro del Hayagriva Más Secreto en beneficio de toda la FPMT. V. Roger recuerda bien uno de los retiros en el campo a las afueras de Melbourne (Australia) a principios de la década de 1990. V. Roger hacía su propio retiro y durante los descansos daba de comer a los tres caballos que pastaban allí.

Como de costumbre, Rimpoché estaba en silencio, así que V. Roger le llevaba la comida también en silencio. Alrededor del décimo día, a la hora del desayuno, Rimpoché le saludó, para su sorpresa, con un «¡buenos días!».

«¿Ha terminado el retiro, Rimpoché?». No, dijo Rimpoché. «He tenido un pensamiento negativo, así que he decido que tengo que volver a empezar el retiro». De hecho, Rimpoché ni siquiera había empezado la sadhana: ¡todavía estaba en la fase de motivación!

¿Cómo sería posible que una integridad tan absoluta no diera resultados? Durante un retiro de grupo sobre la misma deidad en California, en 1997, Rimpoché habló a los estudiantes de su propio retiro y dijo: «fue extremadamente efectivo, increíblemente efectivo. No sé si tuvo que ver con el lugar; no estoy seguro, pero fue increíble. Era un lugar donde pensé que podría tener logros. Ese pensamiento nunca llega, pero allí sí llegó».

En el cielo en Kopán


Rimpoché realizando la puja de la ofrenda de incienso en la colina de Kopán, mayo 2021. Fotografía de V. Lobsang Sherab.

Los viajes ininterrumpidos de Rimpoché se detuvieron con la aparición del coronavirus, por lo que Rimpoché se quedó en Kopán después del curso de noviembre de 2019 y pasó allí los cuatro años siguientes, más tiempo del que había permanecido en un mismo lugar durante los últimos cincuenta años. Debió de ser el paraíso. Qué alivio para el frágil cuerpo de Rimpoché.

Pero las enseñanzas continuaron en vídeo. Rimpoché se sentaba en su gran sofá de la sala de estar, rodeado de una población cada vez mayor de sus extravagantes animales de peluche, todos adornados con mensajes y mantras de dharma, y enseñaba cuando y durante todo el tiempo que quería.

Rimpoché también estaba rodeado por supuesto de innumerables estatuas y thangkas de seres sagrados y fotos de sus gurús, y cada centímetro de espacio horizontal disponible ocupado por ofrendas de cuencos de agua. Dondequiera que viviera Rimpoché, la ofrenda de cuencos de agua era siempre un trabajo de tres horas al día.

Cuando la pandemia estaba en su apogeo y para aliviar el sufrimiento de la gente de Nepal y del resto del mundo, Rimpoché llevó a cabo junto con los monjes de alto rango de Kopán en la colina del monasterio un cierto número de rituales de Nolsang, de purificación y de ofrecimiento extenso del baño de Dorje Namjong.  También hizo regularmente el ofrecimiento de sur y otras oraciones y pujas extensas cada noche.  O sino se encontraba de vez en cuando con lamas locales para llevar a cabo pujas y hacer oraciones para el beneficio del mundo.

Cuando se relajaron las restricciones de la pandemia, Rimpoché bajaba a menudo a la estupa de Boudha y daba enseñanzas espontáneas a los estudiantes reunidos antes de circunvalar seis veces: por los seres sufrientes de cada uno de los seis reinos.

Durante la pandemia, Rimpoché se juntaba a menudo con lamas locales para ofrecer plegarias y pujas en beneficio del mundo. Aquí (Rimpoché en el centro) en el jardín de la estupa de Kopán con Yeshe Gyaltsan, Khandro Tseringma Rimpoché, Mingyur Rimpoché, Tsoknyi Rimpoché, Theckchok Gyaltsan y Khen Rimpoché Geshe Chonyi, julio 2020. Fotografía de V. Lobsang Sherab.

Rimpoché dando regalos y una enseñanza a los organizadores y voluntarios en Tsum, 12 de abril de 2023. Fotografía de Marko Gospodjinacki.

Una visita a Tsum


En abril de este año Rimpoché fue invitado a asistir a unos actos especiales en el Valle de Tsum, al noreste de Katmandú, cerca de la frontera con el Tíbet, donde su íntimo amigo Gueshe Lama Konchog había pasado años meditando en cuevas asociadas con el gran Milarepa. «Vivía en la tierra pura de Vajrayoguini», decía de él Rimpoché. Gueshe-la estaba muy unido al lama local Drukpa Rimpoché que supervisaba el Monasterio de Mu y el Convento de Rachen, y les ayudó mucho cuando estuvo allí en la década de 1970.

En 2003, Drukpa Rimpoché pidió a Lama Zopa Rimpoché que asumiera la responsabilidad de cuidar de los monasterios. Muchos de los monjes de Kopán y de las monjas de Kachoe Ghakyil son de Tsum.

Rimpoché pidió al Monasterio de Kopán que cuidara de los monasterios no sólo espiritualmente sino también de los monjes y monjas: Kopán ofreció fondos para su educación y atención médica, y prestó una ayuda muy necesaria tras el terremoto de 2015. El ayudante de Gueshe Lama Konchog, Gueshe Zopa, dice que Rimpoché «es el padre de toda la gente del pueblo».

La semana de actividades en el pueblo incluiría la celebración de cien años de no matar; de hecho, ni siquiera dañar a los animales y a otras criaturas en las trece aldeas de la región. «¡No se podía de ninguna forma evitar que Rimpoché acudiera a un acontecimiento así!», dice V. Roger.

Rimpoché ofreciendo regalos a los organizadores sangha y voluntarios en Tsum. 12 de abril de 2023. Fotografía de Marko Gospodjinacki.

El Convento de Rachen iba a ser el centro de las celebraciones: un millar de personas tomarían una iniciación del Hayagriva Más Secreto; ofrecerían a Rimpoché una puja de larga vida; todos los vecinos, vecinas y funcionariado del gobierno mostrarían su agradecimiento a Rimpoché; incluso el primer ministro de Nepal iba a venir al final del evento; y como algo muy apreciado por Rimpoché, él daría la bendición para que Rachen se convirtiera formalmente en una institución no sectaria, donde las enseñanzas y prácticas abarcaran las cuatro tradiciones tibetanas.

Rimpoché llegó a Tsum el día 10. Primero bendijo el Monasterio de Mu y después llegó al Convento de Rachen. Todo transcurrió muy bien.

Al día siguiente, Rimpoché visitó un monasterio kagyu cercano y se hizo evidente que la respiración de Rimpoché no era cómoda, «pero no nos preocupamos demasiado», dijo V. Roger, «porque Rimpoché viene de altitudes superiores a éstas».

Al día siguiente no hubo mejoría, así que se buscaron botellas de oxígeno y finalmente se trajo un equipo profesional de oxígeno desde un pueblo cercano.

A estas alturas V. Roger estaba preocupado; como hacía en todas las decisiones importantes, consultó a Rimpoché; le recordó la intensidad de los próximos dos o tres días de la iniciación y le sugirió que cancelaran el resto de la visita. Rimpoché hizo varias observaciones y aceptó que era lo mejor.

La noticia se difundió rápidamente y fue mucha la gente del pueblo que no tardó en dirigirse a Rimpoché para ofrecerle sus regalos bellamente enmarcados y sus expresiones de devoción y gratitud.

Rimpoché les recibió fuera, sin oxígeno, y durante dos horas impartió alegremente enseñanzas y la transmisión de una práctica.

Al tercer día, el 12 de abril, la respiración de Rimpoché no había mejorado por lo que se organizó un helicóptero para la mañana siguiente. Llegó una enfermera experimentada que junto con otras personas monitorizó a Rimpoché cada dos horas durante toda la noche. Los asistentes también le vigilaron toda la noche.

El helicóptero llegó sobre las siete de la mañana y el piloto, que comprendía la urgencia de llevar a Rimpoché a una altitud más baja, prometió que tomaría la ruta más rápida.

Rimpoché después de su visita al monasterio Kagyu en Tsum, 11 de abril de 2023. Fotografía de Marko Gospodjinacki.

Rimpoché disuelve su mente en la expansión última


El jeep de Kopán estaba en el aeropuerto de Katmandú listo para recibir a Rimpoché. A pesar de la menor altitud, su respiración seguía siendo difícil. Después de ayudar a Rimpoché a sentarse en el asiento delantero y antes de partir, V. Roger recomendó a Rimpoché que fueran directamente al hospital. 

Rimpoché utilizó su mala para hacer una observación. «La forma en que Rimpoché hizo el mo fue mucho más rápida de lo habitual», dijo V.  Roger. La respuesta fue un rotundo: «No. Id directamente a Kopán».

V. Roger llamó a Kopán y les pidió que tuvieran allí al doctor Ram del hospital Karuna preparado con oxígeno y equipo. Él y los demás acompañantes comprobaban el estado de Rimpoché desde el asiento trasero. Todos permanecieron sentados en silencio durante el trayecto de treinta minutos a través del caótico tráfico de Katmandú. Rimpoché, como siempre, estaba en meditación. 

Por fin llegaron a Kopán, atravesaron las puertas principales y tomaron la carretera que pasa junto a la gompa de Chenrezig, lo que les permitió aparcar junto al comedor, justo al lado del ascensor que lleva al apartamento de Rimpoché, encima de la gompa principal.
El Dr. Ram y sus dos ayudantes les esperaban ansiosos. 

En cuanto V. Roger abrió la puerta del coche para ayudar a Rimpoché a salir, se dio cuenta de que la respiración de Rimpoché parecía haberse detenido.

El Dr. Ram estaba allí y ayudó a V. Roger a sacar con cuidado a Rimpoché del coche y colocarlo en una camilla que las enfermeras habían preparado.

El Dr. Ram y su equipo pasaron los siguientes noventa minutos en un esfuerzo desesperado por reanimar a Rimpoché: comprobaban que sus vías respiratorias estuvieran despejadas, hacían compresiones torácicas, practicaban respiración boca a boca. «No paraban. Lo intentaron con todas sus fuerzas», dijo V. Roger. 

Él y los demás asistentes permanecieron concentrados en silencio durante todo el proceso: «Estábamos desconcertados». Desde la distancia, los estudiantes se iban reuniendo, y poco a poco se daban cuenta de que era Rimpoché quien yacía allí, sin saber qué pensar y sin atreverse a pensar lo peor.

Finalmente, el Dr. Ram, agotado por sus esfuerzos, se volvió hacia V. Roger y le dijo: «Hemos hecho todo lo que hemos podido». Eran las nueve y media de la mañana.

Rimpoché permaneció en meditación de la luz clara desde las 9:30 de la mañana del 13 de abril hasta las 10:00 de la noche del 14 de abril de 2023. Fotografía V. Roger Kunsang.

Estaba muy bien sentado


Después de que la devastadora noticia diera la vuelta al mundo aquella mañana, uno de los gurús de Rimpoché, su eminencia Jhado Rimpoché, escribió inmediatamente una oración por el rápido regreso de Rimpoché y en un mensaje decía: «El 13 de abril de 2023, Lama Zopa Rimpoché, Refugio Supremo y Luz de las Enseñanzas, manifestó inesperadamente el aspecto de disolver su mente en la expansión última».

«Aunque se trata de una gran pérdida, debemos consolarnos con la certeza de que Rimpoché debe tener una razón poderosa para hacerlo».

Como era necesario poner a Rimpoché en un lugar donde pudiera continuar su meditación, lo trasladaron suavemente a una silla y lo llevaron al ascensor, de allí hasta su habitación interior, en su apartamento.

V. Roger y los asistentes sentaron a Rimpoché en su lugar habitual de meditación, con sus bolsitas de mantras de protección en el cuerpo, su túnica azafrán de monje a su alrededor, las piernas cruzadas, las manos en el regazo que «se pusieron muy fácilmente en el mudra de meditación» y sosteniendo su mala.

«Entonces se quedó sentado muy bien», dijo V. Roger.

Homenaje durante los años venideros


Su eminencia Ling Rimpoché llamó a V. Roger y le sugirió que sería auspicioso embalsamar el cuerpo sagrado de Lama Zopa Rimpoché, una tradición nada infrecuente en el Tíbet, y utilizar los métodos tradicionales sin productos químicos. Su santidad el Dalái Lama estuvo de acuerdo. Ling Rimpoché consideró que dado que tenía tantas alumnos y contactos con personas de todo el mundo, conservar su cuerpo sagrado permitiría a la gente rendirle homenaje en los años venideros.

Este proceso comenzaría una vez se estableciera que Rimpoché había terminado su meditación.

Las monjas de Kachoe Ghakyil ofrecieron la auto-iniciación de Vajrayoguini cada día durante cuarenta y nueve días. Aquí, con otros estudiantes, haciendo la práctica delante del santo cuerpo de Rimpoché. 16 de abril de 2023.

Los monjes tántricos de Kopan ofrecieron la auto-iniciación de Guhyasamaja cada día durante cuarenta y nueve días. Aquí, junto a los monjes del Gyumed Tantric College delante del santo cuerpo de Rimpoché. 17 de abril de 2023.

Estudiantes de todo del mundo se reunían cuatro veces al día en la gompa de Chenrezig en Kopan, rezando y haciendo dedicatorias para el rápido regreso de Lama Zopa Rimpoché. Fotografía de V. Lobsang Sherab.

Rimpoché sale de su meditación de luz clara


Durante la meditación de Rimpoché, V. Roger dijo que podía detectar «una fragancia en el aire»; otros asistentes también lo notaron.

En la noche del segundo día, 14 de abril, durante la recitación de la autoiniciación de Guhyasamaja que los monjes tántricos llevaron a cabo durante las veinticuatro horas del día en la habitación contigua, uno de sus asistentes, V. Tendar, que estaba familiarizado con la práctica, decidió ir a ver a Rimpoché en cuanto oyó la parte final de la sadhana en la que las cuatro diosas piden al yogui «con un canto melodioso de dulce sonido» que salga de su meditación en la luz clara. En ese momento, notó que la bodichita roja salía de la nariz de Rimpoché, señal de que la mente había abandonado el cuerpo; de que Rimpoché había terminado su meditación en la luz clara. Eran las diez de la noche.

Jhado Rinpoché escribió que «Lama Zopa Rinpoché, Refugio Supremo y Luminaria de las Enseñanzas, manifestó inesperadamente el aspecto de disolver su mente en la expansión última. Aunque se trata de una gran pérdida, debemos consolarnos con la certeza de que Rimpoché debe tener una razón de peso para hacerlo». Aquí, juntos en Kopán, 2016. Fotografía de V. Losang Sherab.

Rimpoché tenía un estrecho vínculo con su eminencia Ling Rimpoché, la reencarnación del 6º Kyabje Yongzin Ling Rimpoché. Fotografía de V. Lobsang Sherab.

El abad de Kopán, Khen Rimpoché Gueshe Thubten Chonyi con el viejo amigo de Rimpoché, Chokyi Nyima Rimpoché, que se unió a las oraciones por el rápido regreso de Rimpoché en la gompa principal de Kopán, 18 de abril de 2023. Fotografía de la Escuela del Monasterio de Kopán.

Los residentes del Hogar para Ancianos y Discapacitados de Doeguling, situado en el asentamiento de refugiados tibetanos de Doeguling, en Mundgod, rezan por el rápido regreso de su benefactor, Lama Zopa Rimpoché.

Los monjes del Monasterio de Sera Je reunidos para ofrecer oraciones por el rápido regreso de Rimpoché. Fotografía cortesía del Monasterio de Sera Je.

Lama Tenzin Osel Rimpoché dio una charla a los estudiantes de Kopán, 18 de abril de 2023. Fotografía de V. Sarah Thresher.

Inconmensurablemente triste e inexpresablemente desconsolado


La noticia provocó una avalancha de dolor, no sólo entre los estudiantes de Rimpoché, sino también entre sus propios lamas, sus compañeros y los miles de personas que se han beneficiado de la munificencia de Rimpoché en todo el mundo. 

En un mensaje, su eminencia Ling Rimpoché dijo que su corazón «se llenó de una tremenda pena» en cuanto escuchó «la triste noticia de que Kyabje Lama Zopa Rimpoché había mostrado el aspecto de absorber repentinamente su mente sagrada en el dharmadātu…».

Los cientos de monjes de Kopán y monjas de Kachoe Ghakyil comenzaron cuarenta y nueve días de pujas y autoiniciaciones a todas horas. Monasterios, conventos y otras organizaciones ofrecieron oraciones y lámparas de mantequilla. 

Miles de estudiantes de todo el mundo, en casa y en los centros, se reunieron diariamente en Zoom para recitar las oraciones aconsejadas por su santidad el Dalái Lama, entre ellas, sentidas peticiones a Rimpoché para que volviera pronto, incluida una de Su Santidad.

Durante los días y semanas siguientes, estudiantes de todo el mundo acudieron en masa a Kopán, por un día, una semana o más, haciendo juntos cuatro sesiones de práctica al día en la gompa de Chenrezig, y con pequeños grupos que se reunían cada tarde cerca del cuerpo sagrado de Rimpoché para recitar oraciones. 

Unos ochenta monasterios y organizaciones, así como lamas y otras personas, escribieron sentidas cartas o acudieron personalmente a Kopán. El sentimiento predominante expresado por todos ellos, en persona o en sus cartas de condolencia, fue de pérdida, de tristeza, de conmoción.

El cabeza de los gelugpas, el Ganden Tripa, Lobsang Tenzin Rimpoché, dijo que cuando se enteró de la noticia de que «el incomparablemente Glorioso Salvador» había fallecido se sintió «triste y perdido. Aunque se trata de algo devastador para el dharma… Rimpoché había completado las acciones de su vida».

Su Santidad el 17º Gyalwang Karmapa, Ogyen Trinley Dorje, dijo: «Yo mismo me encontré con este gran maestro muchas veces y quedé prendado de su naturaleza y comportamiento humildes y abiertos». Dijo que «su práctica principal era la bodichita; vivía el ejemplo de los antiguos maestros Kadampa. Era conocido como maestro del linaje gelugpa, pero mantenía una profunda visión pura de todos los linajes».

El jefe supremo de la orden Sakyapa, su santidad el Kyabgon Gongma Trichen Rimpoché, dijo que «en cuanto escuchó la triste noticia del fallecimiento de su eminencia Lama Zopa Rimpoché, que ha dedicado extraordinariamente toda su vida al dharma del Buda en todos los aspectos de exposición, práctica y rituales, sentí inmediatamente una gran sensación de pérdida, pena e impotencia».

Su eminencia el 12º Jamgon Kenting Tai Situ Rimpoché visitó Kopán y habló personalmente con Rimpoché durante treinta minutos, como si estuviera allí mismo: «¡Muy bien! Tú eres el que ha renunciado a toda su vida por las preciosas enseñanzas de Buda, sin nada para ti. Grande, noble de corazón Zopa Rimpoché, mi amigo, viejo amigo».

Dromo Gueshe Rimpoché escribió sobre «la pérdida de tan precioso y amoroso gurú». 

Gueshe Thubten Rinchen Rimpoché del Monasterio de Sera Me que conocía a Rimpoché desde sus días juntos en Buxa, dijo a los monjes de la casa de Kopán en Sera Je la tarde del 13 de abril, que después de pensar durante todo el día en cómo este «ser inconcebiblemente bondadoso y gran santo ha fallecido, me sentí inconmensurablemente triste e inexpresablemente desconsolado».

La devota discípula de Rimpoché, Khandro Tseringma Rimpoché, que acudió inmediatamente a Kopán, estaba desconsolada. «¡Te invoco! ¡Te invoco! ¡Te imploro en nombre de todos los seres!«, escribió en su oración. «¡Surge! ¡Surge! ¡Surge desde el dharmakaya! No descanses en Khecara ni en otros reinos puros y celestiales…  Este lamento lo hice yo, una dakini con fe y samaya puros, con los ojos llenos de lágrimas de dolor».

Tenzin Osel Rimpoché, la reencarnación de Lama Yeshe, dio una charla a las y los estudiantes.

El abad de Ganden Shartse, Khen Rimpoché Jangchup Sangye, originario del Monasterio de Mu en el valle de Tsum, escribió a V. Roger que para la gente de Tsum: «Kyabje Lama Zopa Rimpoché, cuya bondad es inconmensurable tanto en dones espirituales como materiales, es el principal gurú y jefe espiritual del Monasterio de Mu y del Convento de Rachen».

Chokyi Nyima Rimpoché, amigo íntimo de Lama Zopa Rimpoché desde su época juntos en la escuela dirigida por Freda Bedi,  dijo que «ahora que reflexiono sobre sus trascendentales empresas en beneficio de los seres… experimento un profundo sentimiento de admiración y aprecio y un sentimiento aún más profundo de pérdida por su fallecimiento».

Tulku Tenzin Gyurmey, de la casa de Rimpoché en Sera Je, escribió que «no hay duda de que Rimpoché es el sostenedor del linaje Kadam de práctica y cada palabra que pronunció procede de su práctica, lo que le convierte en una gema única y rara en este mundo».

Un lama, Lelung Rimpoché, vino a Kopán el día en que Rimpoché dejó de respirar para presentar sus respetos. Su sentida oración por el pronto regreso de Rimpoché fue escrita «espontáneamente» mientras estaba sentado en la habitación contigua a donde Rimpoché meditaba, «mientras recordaba la vida y las actividades del gran ser, la gran lámpara inigualable de las enseñanzas, el supremo Lama Thubten Zopa Rimpoché, en el momento en que partió por el bien de los demás, el 13 de abril de 2023».

Todos los lamas exhortaron a los estudiantes de Rimpoché, como hizo su santidad el Karmapa, «a continuar como hasta ahora con vuestra práctica de la escucha, la contemplación y la meditación sin aflojar lo más mínimo».  «Por favor, haced todo lo que podáis para cumplir los deseos de este gran y glorioso lama».

Muchos otros lamas visitaron Kopán: Osel Dorje Rimpoché; su eminencia Jangtse Choeje Kyabje Gosok Rimpoché; Khen Rimpoché Gueshe Tashi Tsethar, abad del Monasterio de Sera Je; su eminencia Kyabje Zong Rimpoché; su eminencia el 3er Serkong Dorje Chang Rimpoché; Khen Rimpoché Kyabje Thamthog Rimpoché; Mingyur Rimpoché; Sherab Tendar Rimpoché, del Monasterio de Osel Choeling; Ngawang Lapsum Rimpoché, lama principal del Monasterio de Rolwaling; Sendak Tulku Rimpoché, presidente de la Asociación Budista Nyingma de Nepal; Khenpo Gyurme Tsultrim del Monasterio de Shechen; Khen Rimpoché Tenzin Drogon, abad del Monasterio de Sheldar Choede; Ani Choying Drolma.

Su eminencia Gaden Tri Rimpoché Jetsun Lobsang Tenzin, el líder espiritual de los Gelugpa, visitó Kopán y amablemente presentó sus respetos a Rimpoché. Aquí, recibido por el abad de Kopan Khen Rimpoché Geshe Chonyi, V. Roger Kunsang y V. Holly Ansett, 19 de abril de 2023. Fotografía de V. Lobsang Sherab.

Su eminencia el 12º Jamgon Kenting Tai Situ Rimpoché, tuvo una profunda conversación con Lama Zopa Rimpoché en frente del sagrado cuerpo de Rimpoché, 14 de mayo de 2023. Fotografía cortesía de la página Facebook del monasterio de Kopán.

Khandro Tseringma Rimpoché estaba devastada: «sus ojos se llenaron de lágrimas de dolor». Aquí, en Bhutan, 27 de mayo de 2016. Fotografía de V. Roger Kunsang.

Lama Zopa Rimpoché con Chokyi Nyima Rimpoché, febrero de 2016. Fotografía de V. Roger Kunsang.

Como si el querido Lama Zopa Rimpoché estuviera a mi lado


V. Tenpa Choden y V. Thubten Kunken de Kopan (izquierda) y cuatro miembros de la junta directiva de la FPMT Inc., Khen Rimpoché Geshe Chonyi, Ven. Roger Kunsang, Karuna Cayton, y Dale Davis recibieron consejo de su santidad el Dalai Lama en Dharamsala, 26 de abril de 2023. Fotografía de la oficina de su santidad el Dalai Lama.

V. Roger Kunsang ofreciendo un mandala durante la puja de larga vida para Lama Zopa Rimpoché en la Gran Estupa de la Compasión Universal cerca de Bendigo (Australia), 13 de mayo de 2018. Fotografía V. Lobsang Sherab.

En el mensaje que acompañaba a su oración por el pronto regreso de Rimpoché, su santidad el Dalái Lama decía: «aunque es devastador que Zopa Rimpoché haya partido de esta manera, lo más importante es que, cuando estuvo con nosotros, hizo de la preciosa mente de la iluminación el fundamento de su práctica».

«Y así, si sus seguidores que han quedado atrás emulan adecuadamente la vida del gurú, eso es exactamente lo que de manera definitiva cumplirá los deseos de Rimpoché».

«Por lo tanto, ten esto en cuenta y de ahora en adelante también haz peticiones a las Tres Joyas y fervientes oraciones de dedicación».

En una reunión con V. Roger y otros miembros de la junta directiva de FPMT Inc. en Dharamsala el 26 de abril, Su Santidad prometió que ayudaría a identificar la reencarnación.

«Siento cariño por el querido Rimpoché. Fue muy leal y bueno conmigo», dijo Su Santidad; «por lo tanto, tengo la responsabilidad de encontrar la reencarnación inequívoca de Lama Zopa Rimpoché de manera que la reencarnación continúe beneficiando al dharma».

Rimpoché había dado instrucciones de que ninguna persona asumiría el trabajo de director espiritual después de su fallecimiento por lo que, en nombre de la junta directiva de la FPMT y de acuerdo con los deseos de Rimpoché, V. Roger pidió orientación a Su Santidad.

«Por mi parte», prometió Su Santidad, «ofreceré continuamente todo el apoyo posible, como si el querido Lama Zopa Rimpoché estuviera a mi lado».

«Ahora es importante seguir cumpliendo los deseos que Lama Zopa Rimpoché tenía mientras estaba vivo».

Escrito por V. Robina Courtin con agradecimiento al Lama de Lawudo de V. Jamyang Wangmo, Wisdom Publications; Big Love de Adele Hulse, Lama Yeshe Wisdom Archive y Wisdom magazine 2, 1984, Lama Yeshe Wisdom Archive.  Entrevistas con V. Ngawang Samten en 1993 y 2001, revista Mandala, fpmt.org. Traducido al español por Kiko Llopis, revisado por Teresa Vega y maquetado por Josep Manresa.  Servicio de Traducción de la FPMT.

 Octubre 2023.

Rimpoché llegando al valle de Tsum en Nepal, 10 de abril de 2023. Fotografía V. Roger Kunsang.

Escrito por V. Robina Courtin con agradecimiento al Lama de Lawudo de V. Jamyang Wangmo, Wisdom Publications; Big Love de Adele Hulse, Lama Yeshe Wisdom Archive y Wisdom magazine 2, 1984, Lama Yeshe Wisdom Archive.  Entrevistas con V. Ngawang Samten en 1993 y 2001, revista Mandala, fpmt.org. Traducido al español por Kiko Llopis, revisado por Teresa Vega y maquetado por Josep Manresa.  Servicio de Traducción de la FPMT.

Octubre 2023.